Ballena franca glacial

Ballena franca glacial

La ballena franca glacial, también conocida como ballena de los vascos o Eubalaena australis, es una de las especies de ballenas más reconocibles y emblemáticas.

Características de la ballena franca glacial

Conozcamos cuales son las características más destacadas de esta fascinante criatura:

Tamaño: Las ballenas francas glaciales son ballenas grandes y robustas, con una longitud promedio de alrededor de 14 a 18 metros y un peso que puede superar las 60 toneladas.

Apariencia: Tienen un cuerpo grueso y sin aleta dorsal, con una cabeza grande y redondeada que puede ocupar hasta un tercio de su longitud total. Además, tienen callosidades en la cabeza y el hocico, que son parches irregulares de piel engrosada y áspera que varían en forma y coloración y se utilizan para la identificación individual.

Coloración: Generalmente tienen un cuerpo negro o gris oscuro, con algunas áreas más claras o manchas blancas en el vientre. Las callosidades en la cabeza pueden albergar colonias de pequeños crustáceos llamados copépodos, que les dan un aspecto de «barba» amarillenta o naranja.

Comportamiento: Las ballenas francas glaciales son nadadoras lentas y generalmente se mueven de manera tranquila y suave. Son conocidas por su comportamiento de «barboteo», que implica levantar su cabeza fuera del agua y exhalar en una nube de vapor antes de sumergirse nuevamente.

Conservación: Las ballenas francas glaciales han sido objeto de caza intensiva en el pasado, lo que llevó a una disminución drástica en sus poblaciones. Actualmente, se consideran en peligro de extinción y están protegidas por leyes internacionales.

Hábitat

La ballena franca glacial habita en aguas poco profundas próximas a la costa en penínsulas y bahías.

Esta ballena pasa por dos hábitats distintos a lo largo de su ciclo anual; en verano, se desplaza hacia aguas frías en el Atlántico norte, donde abunda el zooplancton, mientras que en invierno, las hembras preñadas migran hacia aguas subtropicales para dar a luz.

Rutas de migración

En el Atlántico noroccidental

Durante los meses de verano y otoño, es posible avistar estas ballenas en la bahía de Fundy, en Canadá. Pero durante el invierno, las hembras preñadas migran hacia aguas subtropicales, como Florida y Georgia, donde dan a luz. Estos cetáceos prefieren áreas con una profundidad de 13 a 19 metros y una temperatura del mar de 13 a 16 °C.

En el Atlántico nororiental

Durante la temporada de invierno, las ballenas migran hacia el golfo de Vizcaya, explorando las aguas que se extienden entre los archipiélagos de las islas Azores y Madeira, así como las costas del noroeste de África.

Por otro lado, durante el verano, se dirigen a los mares que se encuentran entre Islandia y las costas de Noruega. La presencia de las ballenas vascas en el Mar Cantábrico coincide con el período de partos.

Durante el verano se trasladan hacia el atlántico Norte, siguiendo la costa francesa y atlántica de Irlanda, pasando por las islas Hébridas, en dirección hacia Islandia y Noruega donde se alimentan.

Es importante tener en cuenta que las rutas migratorias pueden variar entre diferentes poblaciones de ballenas francas glaciales. Algunas poblaciones pueden realizar migraciones más cortas y locales, mientras que otras pueden tener rutas migratorias más extensas.

El seguimiento de las rutas de migración de las ballenas francas glaciales es un campo de estudio activo y se realizan investigaciones y monitoreo para comprender mejor sus movimientos y hábitos migratorios.

Estos estudios son importantes para la implementación de medidas de protección adecuadas a lo largo de sus rutas migratorias.

Alimentación de la Ballena franca glacial

Las ballenas francas glaciales se alimentan principalmente de pequeños organismos marinos, como el krill y zooplancton, por medio de filtración.

Este enorme cetáceo nada con la boca abierta y toman grandes bocanadas de agua, junto con los organismos que la habitan.

Luego, cierran la boca y empujan el agua hacia afuera a través de las barbas de su mandíbula superior, las cuales actúan como filtros. Permitiendo que el agua salga mientras retienen el alimento.

Reproducción

El periodo de gestación de las ballenas francas dura aproximadamente 12 meses. Durante este tiempo, la hembra lleva al feto en su útero y proporciona los nutrientes necesarios para su desarrollo.

Las ballenas francas glaciales generalmente tienen una cría cada 3 a 4 años. Sin embargo, algunas hembras pueden tener un intervalo de reproducción más largo, de hasta 6 años.

Las crías de ballena franca glacial nacen con un tamaño de alrededor de 4 a 5 metros y pueden pesar alrededor de 1 a 2 toneladas al nacer. Son completamente dependientes de su madre y se alimentan exclusivamente de la leche materna durante los primeros meses de vida.

El periodo de lactancia suele durar de 6 a 12 meses, las crías aumentan de tamaño y desarrollan las habilidades necesarias para sobrevivir de forma independiente.

Cuanto vive la ballena franca glacial

Las ballenas francas glaciales tienen una esperanza de vida estimada de alrededor de 60 a 70 años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que determinar la longevidad exacta de las ballenas en la naturaleza puede ser un desafío, ya que requiere un seguimiento a largo plazo de individuos específicos.

Al igual que otras especies de ballenas, las ballenas francas glaciales pueden enfrentar diversos factores que pueden influir en su longevidad, como enfermedades, parásitos, lesiones, cambios en el hábitat y la presión de caza histórica.

Sin embargo, con las regulaciones y esfuerzos de conservación implementados en muchas áreas, se espera que la vida promedio de las ballenas francas glaciales aumente en comparación con épocas anteriores.

Familia y género

La ballena franca glacial, científicamente conocida como Eubalaena australis, pertenece a la familia Balaenidae y al género Eubalaena. La familia Balaenidae incluye a las ballenas francas, un grupo de grandes ballenas que se caracterizan por tener cabezas enormes y cuerpos robustos.

Dentro del género Eubalaena, existen otras tres especies reconocidas además de la ballena franca glacial: la ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis), la ballena franca del Pacífico Norte (Eubalaena japonica) y la ballena franca pigmea (Eubalaena australis). Cada una de estas especies tiene características y distribuciones geográficas únicas.