El turismo de avistamiento de ballenas es una experiencia única e inolvidable para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Desde las costas de Noruega hasta las islas Galápagos, hay una amplia variedad de destinos donde se pueden ver estos increíbles mamíferos marinos.
Mejores lugares para el avistamiento de ballenas en el mundo
Aquí hay algunas razones por las que el turismo de avistamiento de ballenas es una aventura que vale la pena experimentar.
Apreciar la belleza de las ballenas
En primer lugar, el avistamiento de ballenas es una oportunidad para ver de cerca estos animales impresionantes en su hábitat natural. Ya sea que se encuentren saltando fuera del agua o nadando junto a sus barcos, los turistas tenemos la oportunidad de apreciar la belleza y la majestuosidad de estos animales en vivo.
Además, el avistaje de ballenas es una actividad respetuosa con el medio ambiente, que permite a los turistas ver a estos animales sin dañar su hábitat o interrumpir sus patrones de comportamiento naturales.
Sin mencionar que, el turismo de avistamiento es una actividad que puede ser disfrutada por todas las edades. Ya sea que se trate de una excursión en familia, una salida en pareja o una aventura solitaria, el avistamiento de ballenas es una actividad que puede adaptarse a cualquier presupuesto y nivel de habilidad. Con la ayuda de guías experimentados y barcos bien equipados, los turistas pueden disfrutar de una experiencia segura y emocionante.
Aprender sobre los cetáceos y su hábitat
En segundo lugar, el turismo de avistaje es una forma de aprender sobre estos animales y su hábitat natural. Los guías y expertos en ballenas estarán a disposición para responder preguntas y brindar información sobre estos animales, incluyendo su comportamiento, hábitat y ciclos de reproducción. Los turistas también tendremos la oportunidad de ver de primera mano la importancia de proteger y preservar estos animales y cuidar su hábitat.
El avistamiento de ballenas genera empleo local
Por último, el turismo de avistamiento es una forma de apoyar a las comunidades locales. Al elegir un destino de avistamiento de ballenas responsable y sostenible, los turistas podemos ayudar y apoyar a las comunidades locales para proteger el medio ambiente. Cuando elegimos una empresa de turismo responsable, los turistas podemos estar seguros de que el dinero está siendo invertido de manera ética y responsable.
Historia del avistaje de ballenas
La observación organizada de ballenas comenzó en los Estados Unidos cuando se designó el Monumento Nacional Cabrillo en San Diego como un lugar público para presenciar la migración de las ballenas grises. En su primer año, en 1950, este espectáculo atrajo a 10,000 visitantes.
Posteriormente, en 1955, se iniciaron los primeros avistamientos de ballenas en el agua en la misma zona, donde se cobraba a los clientes $1 por viaje para tener la oportunidad de ver de cerca a las ballenas. Esta industria se expandió a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos en la siguiente década.
Fue en 1971 cuando la Sociedad Zoológica de Montreal dio inicio a la primera iniciativa comercial de observación de ballenas en el lado este de América del Norte, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de embarcarse en viajes por el río San Lorenzo. para ver ballenas de aleta y belugas.
Para el año 1985, más visitantes observaban ballenas en Nueva Inglaterra que en California. Esto se debió en gran parte a la densa población de ballenas jorobadas en esa área, cuyos comportamientos acrobáticos, como saltar fuera del agua y golpear con sus colas, emocionaron a los observadores. Además, la proximidad de las poblaciones de ballenas a las grandes ciudades en Nueva Inglaterra contribuyó al rápido crecimiento del turismo de observación de ballenas allí.
En general, desde mediados de la década de 1980, el turismo de observación de ballenas ha experimentado un crecimiento significativo en América del Norte.